miércoles, 11 de enero de 2017

Déjate llevar por el Tram de Alicante (el Trenet de la Marina)

   Una buena opción para visitar algunos de los pueblos de la Costa Blanca es el Tram, o, como se le conoce popularmente, "el Trenet".
   Eso sí, este transporte no es amigo de las prisas, sino que es ideal para aquellos a los que les gusta sumergirse en el paisaje.

   A lo largo del recorrido de su trayecto más largo, desde Alicante hasta Denia (unos 90 km), podemos ver resumidos la casi totalidad de los variados paisajes alicantinos: desde las áridas, rocosas y amarillentas badlands de la capital, hasta los acantilados sobre el mar de la comarca de las Marinas, pasando por calas, campos de cultivo (y de golf), bosques de pino, etc.



   Además, no tiene nada que ver con el servicio de metro que nos podamos imaginar en las grandes capitales. El Tram es una fiesta de personajes. Aparte de los lugareños, que utilizan el servicio para ir a sus centros de trabajo o de estudio, compartiremos vagón con individuos de las nacionalidades más variopintas, de manera que no es extraño escuchar a nuestro alrededor cuatro o cinco idiomas diferentes. ¿Necesitas practicar tu inglés? 

   El viajero suele tener predisposición a interactuar, sin que podamos ofreceros una explicación sociológica precisa. Hay quien pide indicaciones, quien se conoce por primera vez, quien habla del tiempo e incluso quien arregla este loco mundo... El recorrido da para mucho; pensemos que, por ejemplo, el trayecto Alicante-Benidorm (40 km por carretera) se hace en una hora y cuarto. Mucha gente lo lamenta, pero por favor, déjennos este último resquicio de lentitud en medio de los tiempos modernos.

   Y es que estamos hablando de una infraestructura histórica, que en su momento, en algunos tramos, supuso una de las grandes obras de ingeniería de las tierras valencianas. Sí, el Trenet de la Marina data de 1915. Ya cumplió los cien años. Es un tren de vía estrecha que fue un gran avance en su tiempo, ya que permitía conectar pueblos situados en una geografía bastante accidentada. Hoy, con la A-7 quizá no nos demos cuenta de esto, pero antiguamente los caminos terrestres eran cansados y complicados. Y, por supuesto, ayudó también en la llegada de los primeros turistas, haciendo accesible a los habitantes del interior las playas de Villajoyosa, Altea o Benidorm. Hubo un tiempo en que en esta línea vino funcionando el Limón Express, tren vintage al estilo de los de las pelis del oeste. Estaba pintado de amarillo, y en él los turistas se tomaban un aperitivo mientras pasaban ante la mirada atónita de los niños que andaban jugando por los pueblos.


   El servicio se empezó a modernizar a finales del siglo XX y se crearon varias líneas diferentes a la histórica (hoy la 1 y la 9), como la que cubre la playa de San Juan o la que va a San Vicente del Raspeig.

   Con el Tram se pueden visitar gran cantidad de recursos culturales y turísticos de la zona, como:


  • Yacimientos arqueológicos: ciudad romana de Lucentum (parada del mismo nombre), Illeta dels Banyets (con restos desde la Edad del Bronce, El Campello).
  • Calas y playas.
  • El centro histórico de Villajoyosa o sus fábricas de chocolate.
  • Poblaciones como Benidorm, Altea, Calpe, Benisa (que queda un poco lejos de la parada, pero pasamos por unos bonitos campos de cultivo) o Denia.
   Como curiosidad, os diré que en algunas estaciones, que conservan su estilo arquitectónico original, podemos encontrar bonitos pubs e incluso a veces se organizan jam sessions o conciertos.


   

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